martes, 7 de enero de 2014

Torrelavega

Torrelavega es un municipio del norte de España. Se trata de una ciudad industrial y comercial de la comunidad autónoma de Cantabria, capital de un área de influencia de unos 120.000 habitantes conocida como Comarca del Besaya. La ciudad se sitúa en un valle o vega a unos 8 kilómetros de la costa Cantábrica y a 24,5 kilómetros de la capital autonómica (Santander). En ella confluyen los ríos Saja y Besaya. Torrelavega es una de las localidades del Camino de Santiago del Norte: Ruta del Besaya.




De la época prehistórica se documentan escasos hallazgos. En las cercanías se encuentran las cuevas de La Busta, La Clotilde y La Estación. Estas dos últimas pertenecen a la localidad de Quijas del municipio de Reocín (colindante con Torrelavega). Ambas cuentan con pinturas de arte rupestre en las que se pueden diferenciar figuras de animales, tales como caballos. Fueron declaradas Bien de Interés Cultural en el año 1997.
Ya dentro del municipio de Torrelavega cabe mencionar el hallazgo de útiles del Paleolítico Inferior o Medio, en las localidadesde Tanos y Viérnoles. Descatacan cerámicas de bronce o hierro y algunas pinturas. Los yacimientos arqueológicos ubicados en las cercanías del municipio, como el monte Dobra, confirman la presencia humana durante la prehistoria en esta zona de vega y sus inmediaciones.
La invasión romana y en consecuencia la romanización, no fue profunda por esta zona, esto se deduce de la escasa presencia de restos arqueológicos. La calzada romana que unía la meseta castellana, Pisoraca (Herrera de Pisuerga), con el Portus Blendium (Suances) pudo atravesar el territorio torrelaveguense tras pasar por la ciudad de Julióbriga (Campoo de Enmedio) antes de adentrarse en el valle del Besaya.
No es hasta la Edad Media cuando aparecen los primeros escritos sobre la villa. Se encuentra mención documental de la aldea de la Vega a finales del siglo XIII.1 Se atribuye su fundación a Garcilaso I de la Vega, Adelantado Mayor de Castilla en nombre del monarca Alfonso XI.
Su nombre actual es la contracción que, con el paso del tiempo, se ha producido del epónimo de la torre que construyó en la zona Leonor de la Vega, hija de Garcilaso II de la Vega y madre del Marqués de Santillana, para administrar los impuestos y los privilegios de su territorio. La conjunción de la torre y del nombre del lugar, título del señorío, habría que configurar la denominación de la villa mercantil e industrial que, desde el siglo XVIII hasta hoy, conocemos con el nombre de Torrelavega. Otras denominaciones del territorio fueron "Aldea de la Vega", "La Vega" o "Corral de la Vega".




Entre los siglos XVI al XVIII el municipio dependió de los Duques del Infantado, sucesores de la familia de la Vega. El Pleito de los Valles, por el cual los nueve valles cántabros obtuvieron su independencia de los señoríos del Infantado no tuvo repercusión en la zona torrelaveguense. Dentro del régimen señorial pervive, a lo largo de la Edad Moderna, la vida económica y administrativa, que va a encontrar su transformación por la liberalización del comercio colonial y la apertura de las vías de comunicación. Durante el siglo XVII, Torrelavega desarrollará un importante crecimiento industrial (fábricas de harina y de curtido, establecimientos abiertos al comercio de telas, quincalla, comestibles y tabernas). A mediados del siglo XVIII Torrelavega se cofigura como encrucijada de caminos entre Santander y Reinosa.




Torrelavega, como segundo núcleo más importante de Cantabria, es la capital de la comarca del Besaya. Dicha comarca se extiende a lo largo del río Besaya, el cual funciona como eje articulador o corredor por el que circulan las principales vías de comunicación. Posee un marcado carácter industrial, aunque desde Torrelavega prestan servicios importantes instituciones como el SCS a través de las instalaciones del Hospital Comarcal Sierrallana o la Universidad de Cantabria a través de la impartición de las titulaciones de Logopedia, Fisioterapia, Ingeniería de los Recursos Mineros e Ingeniería de los Recursos Energéticos. La comarca está formada por los siguientes municipios de norte a sur y de oeste a este: El propio municipio de Torrelavega, Cartes, Los Corrales de Buelna, Cieza, Arenas de Iguña, Bárcena de Pie de Concha, Molledo, Anievas y San Felices de Buelna.




La comarca del Besaya es una de las tres zonas industriales de Cantabria y tiene en Torrelavega su cabecera y una relevante historia desde el punto de vista industrial que se extiende a lo largo de los dos últimos siglos. Allí se asentaron nombres internacionales como Solvay (que en 1867 inició la explotación de la sal de Polanco), Sniace (Sociedad Nacional de Industrias Aplicaciones Celulosa Española, que produce celulosa, fibrana, lignosulfonatos, energía eléctrica y, en el futuro, bioetanol y, hasta finales de 2005, poliamida. Fue junto a FEFASA (Miranda de Ebro) e ICNASA una de las primeras fábricas de fibras artificiales de España), Firestone (la antigua General, en el vecino municipio de Puente San Miguel, que obtiene neumáticos -agrícolas radiales, serie 9.000 en AGR y AGR llantas de 16" a 20") y Armando Álvarez, Álvarez Forestal y Aspla que llegaron a contar con miles de trabajadores y a ocupar grandes superficies industriales y que siguen en marcha en la actualidad. También se explotaba durante 150 años y hasta el 2003 una importante mina metálica en Reocín, comenzando por la Real Compañía Asturiana, a la que tomó el relevo la compañía Asturiana de Zinc en 1965. Esta explotación estuvo muy vinculada a la Escuela Universitaria de Minas, puesto que ésta fue impulsada, junto con otras empresas, por la mina de Reocín, aportando ésta, a su vez, profesores a la escuela. El pozo de Santa Amelia llegó a medir 380 metros de profundidad y de él se extraían blenda y galena.






El químico industrial belga Ernest Solvay (1838-1922) en la Conferencia Solvay de 1911 (tercero sentado por la izquierda).
Antes de la apertura de la mina, la vega era eminentemente agrícola. Tras la quiebra de la Azucarera Montañesa, fundada en 1898, industrias lácteas como la Universal Exportadora (1904), destinada a abastecer de leche a Madrid, tuvo un gran desarrollo, que culminó con el establecimiento de Sniace.
El asentamiento de fábricas de harina y encurtidos en Torrelavega a finales del siglo XIX y principios del siglo siguiente, tuvo mucho que ver con la autorización concedida al puerto de Santander para comerciar con ultramar, la apertura del camino harinero de Reinosa a mediados del siglo XVIII y la construcción del ferrocarril al costado del río Besaya, a lo largo de las hoces de Bárcena, de Iguña y de Buelna a mediados del siglo XIX. Cabe destacar el establecimiento de la fábrica del Grupo Solvay, que fue clave para el desarrollo de las localidades colindantes, al generar puestos de trabajo de forma directa o indirecta, y mejorar, en general, el desarrollo socio-económico de la comarca del Besaya.


(Textos Wikipedia)

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